El poder está en la calle y en el pueblo: la cultura de protesta en Francia

Por Iván Osorio

Hoy en la actualidad cuando el gobierno francés se atreve a darle la espalda a su pueblo, las calles de París están en peligro, por lo menos desde la toma de la bastilla en 1789 la cultura de la protesta se ha convertido en los mayores símbolos de esta nación.




Parece además de una larga tradición, el pasado de Francia está salpicado por la sangre, el sacrificio de los manifestantes y aquellos que han continuado con un legado de disidencia y manifestación pública,es a hoy en día una cultura de protesta que se remonta a los días de la Revolución francesa, en la fortaleza de aquellos parisinos que tomaron la bastilla por las fuerza el 14 de julio de 1789, un día que cambiaría el rumbo y espirítu del pensamiento francés.

En la actualidad, para Francia es uno de los días de mayor importancia en su calendario  podría ser considerado el 14 de julio, ya que en aquel día, se rinden honores y recuerda a aquellos protestantes que tomarían el poder en manos del pueblo frente a un gobierno tiránico, además de ser un recordatorio constante para los regentes actuales que los ciudadanos franceses que alguna vez los invistieron de poder también tienen la capacidad de destituirlos.

La toma de la bastilla fue uno de esos acontecimientos clave en los inicios de la Revolución francesa hoy en día se celebra con fuegos artificiales y desfiles aún así esta conmemoración es mucho más que una fiesta nacional ya que fomentó una cultura de desobediencia civil en Francia misma que ha inspirado innumerables revueltas levantamientos manifestaciones durante siglos.

Dentro de esta cultura de protesta se siguieron con cambios bastante interesantes que vendrían en el porvenir nacional francés que abarcarían durante el resto del siglo XIX (la segunda revolución de 1848), otros tantos de suma importancia durante el siglo XX (el "mayo" francés 1968/ las protestas por las reformas universitarias de 1986) y otros más recientes durante lo que va del siglo XXI (los "chalecos amarillos" 2018, protestas por el sistema de pensiones 2019)

La cultura francesa ha dejado muy en claro que la desobediencia civil puede quedar cómo el último recurso cuando aquellos que deben de mantener el orden y velar por el bien de la sociedad han dejado de lado sus obligaciones, es entonces cuando el protestar se vuelve una acción necesaria para así mejorar los entornos para todos y no sólo a favor de unos cuántos.

Bibliografía:

Comentarios

  1. El tema es bastante interesante pues se le mira a las calles como el punto de inicio del movimiento, se le da respuesta a la funcion de la sociedad como iniciadora de actos civicos como la toma que marcarian el inicio de un peiodo "libre"

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  2. Me parece un tema interesante, el cual considero podría ser explotado de gran manera si se tiene la oportunidad de llevar a cabo. En lo personal, pienso que la desobediencia civil puede ser siempre o en su defecto, casi siempre eficaz, además de que la cultura francesa es un claro ejemplo de esto, como es mencionado, con el caso de Los chaleqcos amarillos que es el caso más actual.

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