FRANKENSTEIN COMO REPRESENTACIÓN DEL INDIVIDUO EN LOS BAJOS FONDOS 

Por: DAYANA XIADANI MUÑOZ GARCÍA

La dinámica de las sociedades ha ido cambiando con el pasar de los años; claramente de esto no queda exento ese sector de la población que es el marginal, y que ha evidenciado la constante desigualdad y rechazo por parte de los otros grupos sociales. Sin embargo, lo interesante aquí es el relacionar el cómo las características físicas influyen en la percepción y pronta jerarquización que la población impone sobre ti; es por ello que el presente ensayo tiene como finalidad principal abordar el fenómeno literario conocido como Frankenstein para reflejar el cómo una serie de características (que en su mayoría no dependen del individuo) te clasifican como indeseable para la sociedad y para los fines de esta.

De esta manera, el concepto de marginación nos puede ser muy útil para entender la realidad del personaje; inicialmente la marginación hay que verla como un sinónimo de carencia; una carencia que engloba la calidad de vida, las oportunidades que la sociedad te brinda y por supuesto los valores, así como derechos, los cuales ciertos individuos pueden determinar si eres o no merecedor de ellos.

La emblemática obra de Mary Shelley a través de las páginas evidencia directamente que la criatura conocida como Frankenstein no pidió ser creada ni mucho menos tener las características físicas que lo clasifican como monstruo; y esto me parece un guiño totalmente acertado para hacer notar que la mayoría de los individuos pertenecientes a los bajos fondos (indigentes, enfermos mentales, huérfanos, prostitutas, alcohólicos y personas discapacitadas o con alguna condición física que les impide desenvolverse de la misma forma que los demás), independientemente de cómo se ven, siguen siendo humanos, humanos que en parte no pidieron vivir de la manera en la que lo hacen, y que además tienen voz; una voz que debería ser escuchada y no silenciada; pues así como en la novela, si se diera la oportunidad a estas personas de expresar sus necesidades para así comprender lo duro de su situación probablemente se podría llegar a mejorar su calidad de vida; pero claramente eso no sucede, ni en el mundo literario ni en el real; y es porque el ser humano tiende a poner etiquetas a lo que considera como problemas sociales sin darse cuenta de que él es parte de ese problema; y es para mí vital el plantearse en este punto: ¿realmente la culpa la tiene el individuo marginado o será la culpable la sociedad que lo pone en un rol de desventaja?

En este simil, Frankenstein y las comunidades marginadas enfrentan escenarios de elevada vulnerabilidad social; de rechazo, soledad, miedo, desesperanza y probablemente odio; y es la personalidad o el juicio del individuo el que determinará la forma en la que desempeñen su rol en la colectividad.




Referencias:

Kalifa, Dominique, “El surgimiento de los bajos fondos” en Los Bajos Fondos. Historia de un imaginario, México, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Instituto Mora, 1er edición, 2018.

*Shelley,Mary W., Frankenstein o El Moderno Prometeo, España, Editorial Sexto piso, 1er edición,2013.

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